Apenas quedan dos meses para la celebración de las Elecciones Municipales de 2007 y tanto el Partido Popular como el Partido Socialista ya han puesto sus cartas sobre la mesa. Los populares han optado por una renovación llamativa pero engañosa. De un plumazo, la dirección del partido -ante las crecientes críticas a la gestión realizada durante los últimos cuatro años- ha querido eliminar al mayor número posible de caras conocidas. Y se ha quitado de en medio a personas tan distintas políticamente hablando como Eduardo Sánchez (que ha pertenecido al núcleo duro de la vieja guardia, que cada vez estaba más gastado y que acertaba menos en sus decisiones) y César Blasco (uno de los concejales mejor valorados tanto por los suyos como por los votantes socialistas por sus más que acertadas decisiones). Sin embargo, ha mantenido y relanzado a Vicente Aroca que, tras veinte años en el Ayuntamiento, era uno de los que más descanso necesitaba por el bien de La Roda. Difícil de entender.
En esta especie renovación -que parece un poco precipitada y nada reflexionada- aparecen nombres en los primeros puestos de la lista como los de Javier González, Delfina Molina o Francisca Atencia. Evidentemente, estas personas merecen el beneficio de la duda. Sin embargo, dudas es lo que menos necesita La Roda tras cuatro años de retroceso generalizado. Y ahí está la gran baza del Partido Socialista. Si Antonio Delgado es hábil, sabrá presentar a su equipo como un grupo de personas con experiencia en la política local y en el Ayuntamiento. Un grupo de personas jóvenes, con nuevas ideas y con mucha ilusión, sí. Pero un grupo de personas que ya no son nuevas en este mundillo, que no pecarán de ingenuidad y que han adquirido la experiencia necesaria para dinamizar nuestro pueblo.
DEBATE IMPRESCINDIBLE
En los próximos días lloverán las propuestas, las descalificaciones, la propaganda y también la intoxicación informativa. Por eso, es absolutamente necesario un debate público entre Vicente Aroca y Antonio Delgado, para que los ciudadanos puedan medir el verdadero potencial de los dos candidatos. Un debate que se centre en propuestas concretas, en críticas constructivas y que persiga un objetivo común: construir un pueblo mejor. Y luego serán los rodenses los que el 27 de mayo, con su papeleta, decidan si prefieren lo mismo de siempre con menos experiencia o nuevas ideas de un equipo que lleva trabajando unido en el Ayuntamiento desde el año 2003.