El PSOE está agotando su credibilidad como única alternativa a los gobiernos del PP
Hace unos días, este periódico desvelaba las intenciones de Unión Progreso y Democracia de presentar una lista en La Roda para las próximas elecciones municipales, que se celebrarán el año que viene. Desde hace meses, Izquierda Unida también ha coqueteado con esta posibilidad, más lejana que la del partido de Rosa Díez. Y se han desatado los nervios, tanto en el PP local, acomodado en el poder desde hace casi 24 años, como en el PSOE rodense, incapaz de sacar partido a los numerosos errores y algunos casos turbios que en su día envolvieron a Sixto González y de los que no ha podido -o querido- desprenderse Vicente Aroca.
En democracia, 24 años, 288 meses, más de 8.000 días, sometidos a las decisiones del mismo núcleo de personas es una auténtica barbaridad. La sociedad rodense necesita recuperar el papel protagonista que unos cuantos le han arrebatado sigilosamente, a base de un cóctel de confusión, ruido y miedo. Los socialistas están convencidos de ello, pero, por unas cosas u otras, no han sido capaces de transmitirlo ni de convencer a los rodenses de que el cambio es necesario. Ni siquiera han logrado una izquierda más comprometida y, sobre todo, más activa, pese a que tienen el monopolio desde que IU renunció a presentarse en 1999. Por eso que Izquierda Unida vuelva -aunque ande desorientada a nivel estatal en un proceso de refundación que crea más dudas de las que resuelve- parece más necesario que nunca para reactivar una oposición que necesita contundencia.
Por otra parte, los desencantados que un día votaron al Partido Popular de La Roda de buena fe y, cargados de razones, se niegan a volver a hacerlo encontrarían en UPyD una alternativa creíble que facilitase un cambio tranquilo, moderado y acorde a sus más íntimas convicciones ideológicas.
Desde su fundación, este periódico ha defendido la necesidad imperiosa de que se produzca la alternancia en el poder en La Roda y, sobre todo, un cambio en la mentalidad de la ciudadanía, hacia una actitud más crítica, comprometida y responsable. Quizá la irrupción de IU y UPyD no facilite de forma inmediata lo primero, pero contribuiría, sin duda, a tener un pueblo más plural y diverso, que se alejase poco a poco del régimen que unos cuantos están tratando de imponer.