Nos enfrentamos a un nuevo periodo electoral en el que se va a consultar a los ciudadanos para que expresen su opinión, valorando la gestión que el equipo de gobierno de su ciudad -no otra cosa- ha llevado a cabo durante los últimos cuatros años. Es lo que vamos a hacer también en La Roda. Y lo vamos a hacer ayudados por la perspectiva que ofrece la contemplación de la foto fija que nos ha regalado el PP. Esta foto fija está configurada por una serie de elementos nada halagüeños y poco tranquilizadores ya que entre ellos y en primer plano destaca una enorme deuda de casi 18 millones de euros (entre deuda bancaria y proveedores), de tal manera que en los últimos cuatro años ésta ha crecido a un ritmo de unos dos millones por año. En segundo plano están más de 1.700 personas sin trabajo, lo que supone, en proporción, una de las mayores tasas de paro de la provincia. Y manchando toda la foto se adivina un opaco viraje gris fruto de la falta de transparencia con la que los gobernantes del PP han actuado durante estos años poniendo trabas a la labor de control de la oposición.
La Roda no puede seguir por este camino y es el momento de que tras veinticuatro años de gobierno del PP los ciudadanos conozcan otra forma de gobernar, otra forma de hacer; otra forma de relacionarse con ellos. Es el momento del cambio, pues con la gestión llevada a cabo, sobre todo durante estos cuatro años, el PP ha demostrado ser incapaz de dar a la ciudad el impulso necesario para que, de una vez por todas, ocupemos el lugar que nos corresponde para ser cabeza del desarrollo industrial, deportivo, social y cultural
La Roda no puede ser motivo de conversaciones en las que se hable de nosotros como una de las poblaciones con mayor índice de paro de la provincia, o para ponernos como ejemplo de un malgasto sin sentido que ha hecho multiplicar la deuda hasta límites preocupantes. La Roda no puede permitirse el lujo de seguir paralizada durante otros cuatro años porque quienes deben ponerla en marcha no saben dónde se encuentran las riendas que conducen al futuro.
Y cuál es nuestra situación, se preguntarán. Y la respuesta es muy sencilla porque carecemos de infraestructuras deportivas adecuadas (seguro que no me creen si les digo que en pleno 2011 no tenemos todavía un campo de césped artificial); no existe una política clara de apoyo empresarial, carecemos de suelo donde ubicar cualquier tipo de infraestructura, tenemos grandes problemas de movilidad urbana con innumerables barreras arquitectónicas y carecemos de un proyecto global a corto, medio y largo plazo, por poner solo unos ejemplos.
Cualquier ciudadano sabe que la esencia de la democracia es la alternancia en el poder. Y cualquier ciudadano conoce que dicha alternancia se debe ejercitar siempre que sus gobernantes no sean capaces de cumplir sus promesas (más de un centenar de promesas incumplidas se encuentra en el bagaje político del PP durante estos cuatro años), y siempre que sus gobernantes no sepan anteponer el interés general al interés partidario que consiste en utilizar el color político como escudo donde atrincherar su incapacidad de gestión ante otras administraciones. Y lo que es más grave; cualquiera sabe que la delegación de gobierno que se ejerce con el ejercicio del voto solo consiste en un mandato para gobernar con y para los ciudadanos; nunca contra ellos.
Todas éstas son razones más que suficientes –no las únicas- para entender que es el momento de cambiar, que es el momento de abrir las ventanas, correr las cortinas y dejar que entre un aire nuevo basado en un proyecto de futuro ambicioso, razonable y razonado, que se sustente en la complicidad con los ciudadanos, en el entendimiento con las administraciones y en la transparencia en la gestión.
La Roda, nuestro pueblo, no puede seguir así. Nuestro pueblo necesita un cambio. Y ahora es el momento.
No lo dejemos pasar.
Antonio Delgado
Candidato a la alcaldía de La Roda en las próximas municipales del 22 de mayo