Religión para la ciudadanía

09 febrero 2012

Niño Burbuja, a vueltas con las asignaturas que adoctrinan

Educación para la ciudadanía, sí, pero transversal: en todas las asignaturas. Enseñando Matemáticas, Literatura, Física o Biología hay que educar también para la ciudadanía. Y en casa. Más ecuaciones, más sujeto y predicado, más partes de la célula y menos marías.

Hablando de marías, Religión. Dicen los guardianes de la moral (cuándo entenderán que es su y no la) que Educación para la ciudadanía adoctrina en el rojerío, el mariconeo y el relativismo. No lo sé, yo soy de Religión, asignatura que me acompañó (por propia voluntad y sin coacciones, pasaba de estar con los cuatro raros de Ética) desde la E.G.B hasta el último curso de B.U.P. Sin paños calientes, estos son algunos de los inocentes valores que transmite Reli:

  • Culpabilidad. Me contaron que solo por el hecho de haber nacido ya era pecador y por eso me tuvieron que bautizar. ¿Que qué hice mal? Ser pariente lejano de Adán y Eva.

  • Sumisión ciega y penalización del conocimiento. Dios le dice a Adán y Eva: “No comáis del manzano”, sin más explicación. Eva muerde de la manzana y todavía hoy las mujeres están condenadas al Támpax y todos a trabajar para comer. La serpiente que tentó a Eva a probar la fruta del árbol prohibido era el gusanillo del conocimiento, el espíritu crítico, lo que nos hace progresar. A eso en Religión lo llaman diablo.

  • Venganza. Sansón, buen hombre a los ojos de Dios porque había tajado cuellos filisteos para una boda. Aparece Dalila y luego la traición, las cuencas de los ojos vacías y sanguinolentas, la humillación.

    El edificio estaba lleno de hombres y mujeres […] mirando el espectáculo de Sansón.

    Entonces Sansón clamó a Jehovah diciendo:

    —¡Señor Jehovah, por favor, acuérdate de mí! Dame, te ruego, fuerzas solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.

    En seguida Sansón palpó las dos columnas de en medio, sobre las cuales descansaba el edificio; y se apoyó contra ellas, contra una con su mano derecha y contra la otra con su mano izquierda.

    Y dijo Sansón:

    —¡Muera yo con los filisteos!

    Entonces empujó con fuerza, y el edificio cayó sobre los jefes y sobre toda la gente que estaba en él. Y fueron más los que mató al morir que los que había matado durante su vida.

    Antiguo Testamento, Libro de los Jueces

    No especifican las Sagradas Escrituras si se encontraron niños entre los cascotes. Tres mil años después, Mohamed Atta estrelló un avión en el World Trade Center de Nueva York inspirado también por su dios (un dios malo, en este caso).

  • El sufrimiento como virtud. El amor de Dios es tan grande que sacrificó a su hijo por nosotros. CRUCIFICADO. Vaya padre. ¿Eran necesarios los azotes, la corona de espinas, los clavos y la lanzada en el costado para expiar nuestros pecados? ¿De verdad que no se podía hacer de otra manera? Yo no quería que mataran a nadie por mí (otra vez el sentimiento de culpa).

Estos valores calan invisibles por debajo de los coloridos manuales con escenas de la Biblia y sus increíbles historietas, de la entrañable Navidad, la solemne Semana Santa y la gula recaudadora de la Primera Comunión, ensayo de la gula recaudadora de la boda, que será por la Iglesia porque siempre ha sido así y porque las fotos salen más bonitas que en el juzgado.

Es cierto que no podemos crecer sin conocer las raíces de nuestra civilización, y que esas raíces son, a la cuenta la vieja, un ochenta por ciento de cristianismo y un veinte por ciento de agua, que aunque solo sea por poder disfrutar en plenitud del Museo del Prado hay que saberse el milagro de los panes y los peces y el Levántate y anda, Lázaro. Pero lo podemos hacer de otra manera, como con los mitos griegos. A mí me enseñaron el mito del Hilo de Ariadna sin necesidad de jeringas adoctrinadoras. Por qué no se va a poder enseñar Mitología cristiana.

Más aún: por qué no vamos a poder hacer hueco en una asignatura a los mitos budistas, musulmanes, hindúes. Qué lujo para completar la educación humanística: los mitos religiosos. Y con nombre para contentar a todos: Religión para la ciudadanía.