El comentario futbolero de José Antonio F. Plaza
Otro lunes para quedarse en la cama. Y no es por el día, espléndido de luz y color. Es, otra vez, por el dichoso fútbol que nos suele fustigar a los que somos de equipos obreros. Lo que antiguamente fue un reducto difícil de abordar, se está convirtiendo en un predio facilón, que asaltan con cierta arrogancia las tropas enemigas para conquistar un botín que suele ser de tres puntos. Lejos queda el Municipal fortificado y lejos también la sensación que transmitía un equipo serio, seguro, implacable, machacón… Nos ofrecen ahora una versión mucho menos cautivante. Lentos, imprecisos, erráticos. Menos mal que está el objetivo al alcance de la mano…
La semana, pretendido anticipo de la de pasión, ha sido de cruel padecimiento para un Alba que de nueve puntos en juego, ha sumado… ninguno! Y se ha caído de los lugares de privilegio. Y ha perdido frente a dos rivales directos. Y nos ha vuelto a defraudar. Es verdad que queda margen para la reacción, lo que no está tan claro es que ese margen, el tiempo, tenga el sustento adecuado, el fútbol, para hacernos concebir unas esperanzas que hemos ido dilapidando al compás de una temporada llena de luces y sombras, con predominio de estas sobre aquellas.
Dicho esto, ya sabéis, hay cosas más importantes que el fútbol… pero ahora mismo no se me ocurre ninguna.