Mucho sufrimiento, escasa pasión y hasta petición de cruz para el mismo entrenador que ha llevado al equipo hasta la gloria. Perdónalos señor… Es verdad que la gente puede expresarse como quiera. Es cierto que está siendo dura la travesía. Bienaventurados los pobres, pero justos, porque de ellos será la permanencia, que es nuestro particular -es de los futboleros de por aquí- reino de los cielos. Se puede criticar, faltaría más, la ineficacia ofensiva de este equipo; se puede criticar, se debe, la ausencia de plan cuando se pone la cuesta hacia arriba, pero lo que no debemos olvidar es dónde estamos, de dónde venimos, quién nos trajo y cuál es la lógica aspiración de una entidad humilde, con todos sus estamentos empeñados en inventarse razones para mantener un tinglado que recibimos como una bendición y que ahora transformamos en una exigencia. Que no nos pueda el desánimo y seamos capaces de prolongar en la grada el mensaje de tranquilidad que viene de los despachos y de los vestuarios. Todos juntos, ahora más que nunca.
A todo esto y para los que no estén al cabo de nuestra calle futbolística, La Roda C.F. volvió a perder, esta vez contra el Spórting de Gijón -sí, de Gijón, que algunos se siguen pensando que es de La Gineta, con todos mis respetos- y no jugó bien. Y estamos un pelín cabreados