- Se han esclarecido más de 250 robos en casas de campo y terrenos agrícolas que se habían producido en varias localidades de Cuenca y Albacete, entre ellas La Roda
La Guardia Civil ha detenido a un total de 25 personas de varias nacionalidades en dos operaciones policiales contra los grupos organizados dedicados al asalto y robo de chalés, casas de campo y explotaciones agrícolas en las provincias de Albacete y Cuenca.
Operación Plenilunio 2
En el marco de la Operación Plenilunio 2, cuyas investigaciones ha dirigido el Juzgado de Instrucción de La Roda, las fuerzas de seguridad han desmantelado una red organizada que había cometido un total de 139 robos con fuerza en chalés y casas de campo en la comarca albaceteña de La Manchuela y en Cuenca.
Han sido detenidas 20 personas e imputadas otras cinco, de nacionalidad española, rumana y marroquí, vecinos de Albacete capital, Cenizate y Alcalá del Júcar. Se les imputan los delitos de robo, receptación, pertenencia a grupo criminal y delitos contra la salud pública, entre otros.
En los registros, la Guardia Civil se ha incautado de diverso material robado: joyas, maquinaria, herramientas, aparatos de imagen, sonido y fotografía, material informático, etc. Además, se han intervenido 900 gramos de marihuana y 207 porros elaborados «para su venta», según la Delegación del Gobierno.
Operación Fox
Por otra parte, en el marco de la Operación Fox, la Guardia Civil ha detenido a cinco personas: dos de ellas como presuntas autoras de 115 delitos de robo de cobre en pívots de riesgo de explotaciones agrarias de la provincia de Albacete y otras tres por un delito de receptación de dicho material; estos últimos son los propietarios de un conocido gestor de residuos de Albacete. Todos son españoles y tienen entre 22 y 55 años.
La Delegación del Gobierno ha informado de que los robos se cometieron en las siguientes localidades: La Roda, La Gineta, Barrax, Tarazona de la Mancha, Madrigueras, Balazote, La Herrera, Motilleja, Mahora, Cenizate, Valdeganga, Chinchilla y Pozocañada.
El cobre robado era entregado a los dueños del centro gestor de residuos -que según la Guardia Civil conocían su procedencia- y, posteriormente, desviado a una fundición o vendido a una empresa mayorista del sector.