- La historia de uno de los más 50 fusilados en La Roda al acabar la Guerra Civil
He leído en CRÓNICA DE LA RODA una noticia relativa a unos ciudadanos que fusilaron en esta localidad al finalizar la guerra civil, me he puesto a ver la lista que aparece en un enlace al final del artículo y un nombre me ha llamado la atención, ya que coincidía en nombre y primer apellido con un compañero de instituto de Valencia con el que sigo manteniendo el contacto. Enseguida le he mandado un correo electrónico y, casualidades de la vida, era su abuelo. El mundo es un pañuelo.
Su contestación venía acompañada de su historia, que paso a resumir:
En aquellos días, su abuelo trabajaba para el Ayuntamiento de La Roda y su único delito fue ir de voluntario al bando republicano ya que, de este modo, podía ir de oficial de fortificaciones, evitando así el frente. Un hermano del abuelo era dirigente del partido comunista de Albacete; y un tercer hermano, acomodado económicamente y afín a la doctrina de derechas, fue detenido por los republicanos. Avisado el hermano miembro del PCE, éste les dijo: “Sabiendo que es mi hermano, no os preocupéis, que nadie le pondrá un dedo encima”. Pero no fue así, fue fusilado.
Finalizada la guerra, el abuelo de mi amigo se entregó al bando vencedor. Pensaba que como no había cometido ningún delito de sangre nada le ocurriría; sin embargo, no fue así. La viuda del hermano de derechas, ya fusilado, movió los hilos necesarios para que se aplicara “implacablemente justicia” y a su abuelo también lo fusilaron. Dejó cuatro niños pequeños, entre ellos el padre de mi amigo, con nueve años, dos hermanas de once y trece años y otro más pequeño de tres.
El padre de mi amigo, fallecido recientemente, todavía recordaba el día en que fue a despedirse, junto con su madre y sus hermanas mayores, de su padre a la cárcel, sabiendo que lo iban a ajusticiar.
Mi amigo me cuenta que su familia era como un “micro-hábitat” de lo ocurrido en la guerra civil española, y que en ambos lados se cometieron atrocidades e injusticias.
El tercero de los hermanos de esta historia, ya que también me comenta que en total era siete u ocho hermanos, el que era dirigente del PCE de Albacete, también murió. Este en el puerto de Alicante, al final de la guerra, en un tiroteo cruzado cuando intentaba escapar de España en un barco rumbo al exilio.
Como dice mi amigo, hubo brutalidades en ambos bandos.
Esta vez no haré risas, no pega.