- Pese a la aprobación del acuerdo marco, ambas partes siguieron negociando durante todo el mes de enero y parte de febrero, pero finalmente no ha habido acuerdo
- El Ayuntamiento debe a los agentes parte de la nómina (nocturnos y festivos), además de horas extras y cambios de turno desde el mes de julio
- Vicente Aroca ha destituido como jefe accidental del cuerpo al policía que llevaba asumiendo esa función desde hace años y en su lugar ha puesto a otro de su confianza, algo que ha desatado la indignación de la plantilla
El conflicto entre la Policía Local de La Roda y el alcalde, Vicente Aroca, latente pero controlado en las últimas semanas, vuelve a estallar y recobra cotas de máxima tensión. Desde que el pasado 28 de diciembre el PP impusiera, gracias a su mayoría absoluta, una regulación laboral que los agentes consideran abusiva, ambas partes han hecho un esfuerzo por intentar alcanzar un punto de consenso, que evitase situaciones de ausencia de policía en las calles de La Roda. Pero no ha sido posible.
«Desde mitad de enero hemos mantenido reuniones con el concejal responsable de la Policía, José María Alarcón, y el futuro asesor o cargo de confianza del alcalde pero no hemos llegado a ningún acuerdo», cuentan desde las dependencias policiales; unas reuniones que también confirman desde el equipo de Gobierno. «Han impuesto su cuadrante matapolis (con turnos de 12 horas ininterrumpidas), pese a que nosotros les hemos propuesto uno en la que todos los turnos quedan cubiertos con un mínimo de dos agentes y para reforzar eventos especiales solo haría falta una partida de 20.000 euros anuales», desvelan los policías. «Pero ellos no ceden en esa pequeña diferencia económica, 20.000 euros para todo el año 2013. Esa ha sido la diferencia, el 0,15% del presupuesto del consistorio. Por esa cantidad no han querido arreglar el problema», afirman estas fuentes, que añaden que «hasta hubo policías que, como gesto de buena voluntad, renunciaron a sus vacaciones el primer fin de semana de carnaval, porque no había personal suficiente, y así poder sacar adelante el carnaval. La sensación es que los gobernantes han utilizado la parábola del zanahoria y el burro».
PARTE DE LAS NÓMINAS IMPAGADAS
Por otra parte, según ha podido saber CRÓNICA DE LA RODA, los servicios jurídicos de los sindicatos que representan a los policías locales de La Roda trabajan en la presentación de varias demandas contra el Ayuntamiento por el impago de la deuda que el consistorio mantiene con los agentes, reclamando los correspondientes intereses de demora. Los funcionarios policiales consultados aseguran que se les deben parte de las nóminas desde hace 8 meses, concretamente desde julio. «No nos pagan los complementos por nocturnidad y festivos, que son dos conceptos de obligado cumplimiento dentro de la nómina», afirman. Además, según esta versión -que el equipo de Gobierno siempre ha tratado de evitar- también se debe dinero por horas extras y cambios de turno.
DESTITUCIÓN DEL «JEFE ACCIDENTAL»
Y por si todo esto fuera poco, en las últimas horas se ha producido un acontecimiento que ha terminado por volver a desencadenar la tensión. El jefe de la Policía Local está de baja desde finales del mes pasado por motivos de salud y, como viene siendo habitual desde hace años, tomó el mando de la plantilla el oficial más antiguo. Sin embargo, a los pocos días «Vicente Aroca lo fulminó del puesto», según cuentan desde las dependencias policiales.
El motivo es que se negó a firmar varios expedientes sancionadores por denuncias de tráfico y ruido «porque, legalmente, no puede hacerlo; no se puede ser instructor y parte. Esos expedientes los debe instruir cualquier otro funcionario del Ayuntamiento que no sea policía», afirman los agentes, que destacan que cuentan con el respaldo legal de la Secretaría Municipal. Sin embargo, Aroca lo interpretó como un desaire y, a las pocas horas, le comunicó su cese como jefe accidental; lo hizo a través de su mano derecha, Delfina Molina, y el edil responsable de la Policía, José María Alarcón. En la plantilla existe la sensación de que ha sido destituido por sus posturas críticas, «pese a años de servicio profesional, asumiendo el mando cada vez que se le ha requerido», destacan. «El oficial está desolado».
Esta sensación de que se trata de una maniobra de la alcaldía para reforzar el control sobre la Policía queda demostrada, según los agentes, «por el hecho de que en su lugar se ha colocado al frente de la plantilla al futuro coordinador de Seguridad, una persona de la entera confianza de Aroca». Desde el equipo de Gobierno se niega que estemos ante ninguna maniobra, se afirma que se ha cumplido el procedimiento legal y se habla de «posiciones radicales» de algunos agentes para justificar este conflicto.