Hoy he presentado en el Registro Municipal del Ayuntamiento mi escrito de renuncia al acta de concejal que ostento en representación del Partido Socialista Obrero Español.
Tomo esta decisión por motivos estrictamente personales, que me impiden seguir desempeñando las funciones para las que fui elegido en las elecciones de mayo de 2011, consciente de que mis perspectivas personales no son compatibles con las mismas.
Aunque la naturaleza de estos motivos excluye cualquier otra interpretación al respecto, sí tengo especial interés en mostrar mi agradecimiento a una fuerza política, el Partido Socialista Obrero Español, de la que he sido, sigo siendo y seré en el futuro, un militante más.
He tenido la ocasión de desempeñar tareas y cometidos, a lo largo de este dilatado periodo que abarca desde mi entrada en la política institucional -en 1999- hasta la actualidad, en numerosos puestos de responsabilidad. Por ello, no tengo más que palabras de gratitud y afecto a todos aquéllos con los que he compartido este apasionante trayecto vital, máxime cuando depositaron su confianza en alguien que con 23 años, asumió la tarea de encabezar la candidatura del PSOE en uno de los municipios más importantes de Castilla-La Mancha.
La Roda; mi pueblo.
Quiero dejar constancia de mi reconocimiento y cariño personal hacia toda la familia socialista de La Roda. Juntos trabajamos para conseguir un cambio en nuestro pueblo que, si no pude llegar a conseguir encabezando la candidatura en 1999 y 2003, estoy convencido de que terminará produciéndose en el futuro inmediato, de la mano de todos aquéllos que creen que nuestro pueblo merece experimentar, si quiera por pura salud democrática, las virtudes de una alternancia política que entiendo más necesaria que nunca.
Siempre entendí la acción política como una vocación de servicio, que en lo personal, quien mejor me conoce, sabe que llevo en las venas desde que tengo uso de razón. Por eso, y en este momento en el que la desafección ciudadana hacia la clase política avanza de forma paralela a los estragos de la crisis económica, quiero reiterar mi compromiso con el sistema democrático, aunque desde el convencimiento de que los españoles merecen la máxima ejemplaridad, transparencia y honorabilidad en sus representantes públicos.
Especialmente a la hora de delimitar la colisión entre intereses personales y actividad política, algo que indigna sobremanera a la ciudadanía y está detrás de la profunda brecha que se ha abierto entre ciudadanos y partidos, por cuanto que traslada el mensaje de que el paso por la política es un medio para obtener beneficios en otros ámbitos.
Quiero trasladar, por medio del presente escrito, un afectuoso saludo a todos los miembros de la Corporación Municipal. A los que integran el actual mandato y todos aquéllos con los que coincidí en el pasado. Recordando, en este punto, que los enfrentamientos políticos en el salón de Plenos, de los que tantas veces fueron testigos los televidentes a través de Teleroda, nunca deben quebrar la búsqueda de espacios de entendimiento ni formar la idea en la ciudadanía de que todo lo que rodea a la política es una puesta en escena en la que unos y otros se arrojan los trastos a la cabeza sin más justificación.
En este sentido, quiero terminar este comunicado pidiendo disculpas a todas aquéllas personas que, en ejercicio de esta labor, hayan podido sentirse ofendidas o dolidas con mi actuación. Ni siquiera el calor del debate puede justificar que, en alguna ocasión, haya podido traspasar la línea del decoro y el respeto por el adversario político. Si así hubiera ocurrido, sirvan estas últimas palabras como sincera excusa al respecto.
JESUS JAVIER PEREA CORTIJO