Opinión

Los que no votan al PP huelen mal

17 abril 2013

  • Cospedal y su mundo de buenos y malos: los buenos, los del PP; los malos, los demás

Foto: Populares de Cantabria
Foto: Populares de Cantabria

Dice Cospedal que los votantes del PP “se ajustan el cinturón pero pagan la hipoteca”, no como otros, que dejan de cumplir con el banco “con excusas vagas”. Efectivamente, hay gente que se quita de comer para no deber a nadie —no sólo al banco— y gente más chula que Carmen la cigarrera que no paga porque no le sale del coño, o de los cojones, que antes está el paquete de Marlboro que el fiao de la tienda. Lo que no alcanzo a ver es la relación entre ideología y obligaciones pecuniarias.

Sin pensar mucho, se me viene a la cabeza aquel compañero de piso venezolano, antichavista acérrimo, de derechas, que llegó a España desde Estados Unidos para seguir haciendo másteres y postergar lo máximo posible su incorporación al mercado laboral. La criatura, a sus treinta y algunos, se encontró con que Chávez acababa de limitar el envío de dinero al extranjero, así que el torrente de bolívares que debería recibir pasó a goteo. Descartada la opción de trabajar en lo que fuera para afrontar la situación, faltaría más, se le puso complicado hasta pagar el alquiler. Tanto, que dejó de pagarlo. Eso sí, mientras la casera aguardaba varios meses de retraso, el tío se fue a Canarias a pasar unos días. Yo nunca dejé de pagar mi parte del alquiler y todavía no he pisado Canarias, y casi que me atrevo a decir que no soy votante del PP.

Tampoco hace falta echar mano de excompañeros venezolanos de piso ni de historietas de la puta mili para poner en cuestión el gran hallazgo sociológico de Cospedal. En el pueblo hay unos cuantos ejemplos de empresarios que tienen deudas con sus obreros y que siguen teniendo para el gasoil de sus cochazos, y para ropa cara, y cenas, y vacaciones en avión. Y me da a mí que son votantes del PP. La empresa quiebra pero el empresario no y jódanse los acreedores. Tan legal como inmoral.

Escarbando en la última imbecilidad de Cospedal hay un rastro de realidad: no todo el mundo actúa con la misma responsabilidad frente a sus deudas (el Marlboro antes que el fiao) y no pocos de los que andan ahora con el agua al cuello pusieron mucho de su parte para que los bancos les engañaran, en cursiva. Le faltó tiempo al peón caminero pedir al banco pal BMW y pal ático. A alguno puede que el director del banco le diera el último empujón, pero otros sólo le pueden echar la culpa a su mala cabeza. El BMW y el ático, peón caminero. Y ahora, qué.

De estos también hay unos cuantos en el pueblo, pero unos cuantos. Teniendo en cuenta que el PP lleva ganando las elecciones casi treinta años, la probabilidad de que sean votantes suyos es mayor de que voten a otras formaciones políticas. O qué, Cospedal. Ya sólo te falta decir que los que no votan al PP huelen mal.