Pues a la tercera no fue la vencida. No se celebrarán los juegos olímpicos en Madrid en el 2020, volvemos de nuevo con el rabo entre las piernas; pero nos hemos de sobreponer inmediatamente e ir a la carga con una propuesta mucho más innovadora que la madrileña, que tenga muchas más posibilidades, que aglutine en ella a toda España, que no sea objeto de confrontación entre comunidades, vamos, La Roda.
La Roda es una población que cae simpática y que además posee grandes cosas que ofrecer a la humanidad. Por otra parte, al igual que Madrid, tenemos el noventa por ciento de las infraestructuras ya construidas, y muchas de ellas en pleno rendimiento. Enumeraré las principales.
El municipal como estadio olímpico. Que le faltan las preceptivas calles para poder realizar las pruebas de atletismo, no hay problema, ahí tenemos a escasos metros el parque de La Cañada, donde se realizarían las pruebas de fondo, y en el asfalto del paseo ferial se pintan unas calles más y ya tenemos a Usain Bolt batiendo un nuevo record mundial, no va a ser por falta de pintura. ¿No se entrenan en dicho lugar los atletas locales con rotundo éxito? Ahí tenemos a María José de Toro, la Merlene Ottey manchega.
El canal para las pruebas de natación de fondo y piragüismo. Que igual tiene demasiada corriente, pues mejor, así batimos records mundiales; que a veces no lleva agua, pues una llamadita a los murcianos para que a su vez hablen con los de Madrid, y al canal no le faltará agua en bastantes meses.
El nuevo Maracañí para el hockey sobre hierba. Que no hay gradas ni vestuarios ni unos aseos decentes, pues mejor, así los deportistas vendrían ya cambiados y se ducharían en su casa con el consiguiente ahorro para las arcas del comité organizador. Asimismo, al carecer de graderío, la gente no tendría la obligación de permanecer sentada durante todo un partido de hockey, porque, ¿quién es capaz de tragarse uno entero?
El ciclismo se disputaría en las avenidas de La Mancha y de la Reina Sofía. Al carecer La Roda de velódromo, este se supliría dando uso a los grandes paseos rodenses. Eso sí, las pruebas se celebrarían coincidiendo con los días en que no estuvieran de huelga los policías locales, para que estos pudieran cortar las calles aledañas. Para ello se crearía una comisión compuesta por el alcalde, el concejal de seguridad y cuatro representantes de la policía para que entre ellos se llegara a un acuerdo. Eso sí, en dicha reunión estaría prohibida todo tipo de arma u objeto arrojadizo, incluidas grapadoras y bolis de punta fina.
El mayor inconveniente lo tendríamos con la vela. Por desgracia se ha arreglado bastante el problema que existía con la acumulación de agua en la rambla cuando caían cuatro gotas. Hubiera sido un buen lugar para la disputa del deporte que más metales aporta siempre a nuestro medallero olímpico, pero si hay suerte y llueve lo suficiente, en los chalés cercanos a la piscina cubierta sigue acumulándose una gran cantidad de agua.
Se me olvidaba, como es tradicional, se instauraría una nueva modalidad olímpica propia de la ciudad organizadora. En nuestro caso la más conveniente sería la ancestral disciplina local del “paseo arriba, paseo abajo” y se disputaría en el Ramón y Cajal. Al contrario de lo que pudiera parecer más lógico, el ganador no recaería en aquella persona que lo atravesara más deprisa, al contrario, obtendría la medalla de oro aquel que tardara más tiempo, se parara con más personas y aportara a la conversación una mayor diversidad de temas. En esto somos especialistas, a que cada uno de nosotros conocemos al mejor candidato para que nos representara, a que están pensando en alguien en concreto: medalla segura.