La castaña de oro

  • Leo en Crónica y no doy crédito: “Castañas a quinientos euros…”
Foto: centolos
15 octubre 2013

Lo leo y no doy crédito, me pellizco las mejillas, me echo agua a la cara, bien fresca, no sea que esté todavía durmiendo, y el titular del Crónica sigue ahí, impactante: “Castañas a quinientos euros…”. Lo más que había sufrido en mis carnes eran los tres o cuatro euros que los castañeros navideños de la capital me habían sableado por un puñado de caliente fruto; pero, ¿a medio millar de euros la unidad?, eso sí que es arte vendiendo. El resto del titular tampoco tiene desperdicio:”…en la empresa familiar del alcalde”. Notición.

En un rápido vistazo al interior de la información, compruebo que la venta había sido efectuada al ayuntamiento con motivo del belén viviente. Al momento me hago mi composición: el señor Aroca, nuestro munícipe por antonomasia, aprovechándose de su privilegiada posición, le había esquilmado al ayuntamiento quinientos euros por cada una de las castañas que se habían estado asando en el belén viviente. Eso sí que es hacer un buen negocio y no la compra de preferentes.

Ahora estaba claro de dónde había sacado el dinero Vicente para comprarse el criticado apartamento. Hagamos cálculos: a quinientos euros la castaña, y teniendo en cuenta que en un kilo entran unas ciento veinticinco unidades, resulta el kilo a la nada despreciable cantidad de 6.250 euros, y siendo unos cien mil euros lo que debe costar una vivienda media en la apreciada costa cálida, necesitamos únicamente dieciséis kilogramos de pilongas para poder agenciarnos una práctica residencia playera. Si en cada belén viviente se asaron algo más de cinco kilos de castañas, con tres belenes cuadramos las cuentas. Impresionante. Dónde está el castaño que me lo compro.

Luego la decepción, el bajón, el desengaño. Leo detenidamente la impactante noticia, de principio a fin, por la derecha, por la izquierda, por arriba y por abajo, y resulta que la inquietante factura asciende a la cantidad de 499,20 euros, pero no la castaña, no, todas ellas. Vaya, nos quedamos sin apartamento. Además, resulta que nuestro alcalde hace ya seis años que no forma parte de la empresa familiar. La trama Gürtel rodeña finiquitada antes siquiera de echar a andar.

Medios de comunicación como el Crónica son necesarios en nuestro pueblo, periódicos que no permitan que los mandamases escuchen solo aquello que sus palmeros les cuentan, que son los más en nuestra localidad, que conozcan la otra cara de la realidad, que no se duerman en los laureles; pero a veces no estoy de acuerdo con las formas, como es el caso. Pero este es un medio libre, tan libre que me permiten escribir esto. Además, para eso estamos también los lectores, para ojear a unos, leer a otros y elaborar nuestra propia opinión.

Pues eso, que para mí que con el titular se pretendía darle una castaña al máximo edil; es decir, que se pegara un castañazo .No es que yo quiera sacarle las castañas del fuego al alcalde, más bien pienso que mis colegas del Crónica se han pasado de castaño oscuro; o sea, que el titular y el contenido se parecen como un huevo a una castaña.