Cáncer

  • Las palabras del cirujano martillearon sus cabezas: cáncer, cáncer de pecho
22 octubre 2013

Hacía ya tres días que los resultados obraban en su poder. La cita con el cirujano se había hecho eterna. Miraban el sobre. Dentro de él una moneda al aire. Ni se plantearon abrirlo y leer su contenido. ¿Para qué?

Los antecedentes familiares con la enfermedad eran amplios, muy amplios, tan amplios que las papeletas para que les tocara el gordo eran muchas; aun así, era algo que siempre les sucedía a otros, nunca a ellos. Esta vez iba a ser igual.

Cuando el médico rasgó el sobre, la moneda mostró su cara más amarga. Las palabras del cirujano martillearon sus cabezas: cáncer, cáncer de pecho. Se sentían descolocados. Al bajar de la consulta todavía el golpe no había sido asimilado. En caliente, el dolor no se percibe. La calle Mayor se hizo más grande y el camino hasta el coche demasiado largo. La conversación, extraña.

La vida cambia. La felicidad que dos años antes había supuesto la llegada de un hijo se transforma en honda preocupación. La vida cambia. Operaciones, radioterapia, quimioterapia. Angustias, bajadas de defensas, caídas del cabello, quemaduras, rehabilitación. La vida cambia. Afecto, apoyo, ayuda, esperanza y amor, amor, mucho amor por parte de los que les rodean. La vida cambia. Curación, sobre todo curación. El cáncer dejó de ser sinónimo de muerte hace muchos años.

Doce años después la enfermedad aún está ahí, agazapada detrás de cada revisión anual. Un tibio resquemor les invade el ánimo con cada visita al oncólogo. Un suspiro de alivio se escapa en cuanto el médico dice las palabras mágicas: “Todo bien. Hasta el año que viene”.

Las noticias anuncian el enésimo recorte, esta vez en investigación. Un médico informa de que debido a la falta de fondos diversas líneas, para desarrollar nuevos medicamentos, nuevas terapias, terapias menos agresivas, han de ser clausuradas. A continuación se anuncian distintas iniciativas populares para recaudar fondos en la lucha contra el cáncer. La noticia les llena de indignación, que tengan los ciudadanos que suplir la inoperancia de los políticos, que tengan que recaudar un dinero que tendría que llegar directamente desde la administración es irritante.

Las noticias continúan. Un club de fútbol debe varios millones a hacienda, a pesar de ello anuncia un fichaje estrella. Más rabia. Un político insiste en que no ha habido recortes en sanidad, únicamente una optimización de los recursos. Cólera.

Cáncer. A pesar de ellos, muy pronto será solo un signo del zodíaco.