Certezas

  • El beneficio de la duda siempre quedará para esos dos agentes de la Policía Municipal que enfermaron repentinamente y que no pudieron cubrir el turno de la madrugada de Nochevieja
09 enero 2014

El beneficio de la duda siempre quedará para esos dos agentes de la Policía Municipal que enfermaron repentinamente y que no pudieron cubrir el turno de la madrugada de Nochevieja. Pasa lo mismo con los toreros que de súbito se ven atacados por una gastroenteritis provocada por un cambio de última hora en la ganadería anunciada: ahí tiene usted el parte médico facultativo y ahora atrévase a ponerlo en duda.

Lo que es cierto e inamovible es que para una de las noches más, a priori, complicadas del año, se había previsto cubrir la seguridad de La Roda, 16.000 habitantes, con sólo dos agentes: si las cuentas no me fallan, un policía por cada 8.000 personas en No-che-vie-ja.

Con semejante panorama el agente José Tomás Román Martín hubiera mandado parte facultativo.