Nueva derrota rojilla

Siniestro total

  • La Roda se estrella ante el Granada B y se acerca peligrosamente al precipicio
  • La afición pide a gritos la dimisión del técnico rodense al finalizar el encuentro
  • La continuidad de Alberto Monteagudo pende de un hilo
24 marzo 2014
La Roda CF
0
Granada B
2
La Roda CF
Bocanegra, Albiol, Ezequiel, Óscar Pérez, Pajarero, Mateo, Del Moral (Piojo, m. 80), Espínola, N' Gal (Matías Saad, m.39), Jordi Pablo y Viyuela (Manu Dimas, m.69).
Granada B
Dimitrievski, Carmona, Pepe, Marcelo, Morante, Sulayman, Bravo, Boateng, Titi (Nico, m. 65), Sergio Martín (Adolfo, m. 73) y Wilson Cuero (Success, m. 77).
ÁRBITRO
Adrián Lixandru (aragonés). Amonestó al visitante Sergio Martín.
INCIDENCIAS
Encuentro correspondiente a la jornada 31 del Campeonato Nacional de Liga de Segunda División B en su grupo IV disputado en el Municipal de La Roda. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez.

Si esto fuera una columna de opinión acerca del resultado de un partido de fútbol podríamos empezar hablando de las consecuencias tan nefastas que puede acarrear este accidente del conjunto rojillo ante el filial granadino. Una derrota que, sumada a la de la semana pasada en Sanlúcar de Barrameda ante el penúltimo de la lista, podía suponer el ingreso en la UVI de un equipo enfermo y sin alma que vaga sin rumbo por las intrincadas callejas de la competición.

Si esto fuera una de esas columnas en las que alguien expresa su opinión acerca de algo o de alguien, podríamos decir que el tío Paco hacía tiempo que venía avisando de que un día de estos llegaría a La Roda con sus famosas rebajas y que luego no se echara nadie las manos a la cabeza por haber tirado a la basura un cómodo colchón de puntos con el que se aseguraba un perfecto descanso y de calidad.

Si esto fuera un artículo sobre la trayectoria en liga de nuestro equipo de fútbol hablaríamos de las tribulaciones del mismo, agravadas por una gestión a todas luces mejorable y por una dirección técnica en manos de un individuo pusilánime y ventajista.

Si acaso esto fuera uno de esos artículos que reflejan o pretenden reflejar las sensaciones de una afición después de un naufragio deportivo quizás pondríamos el acento en la impotencia, decepción y escaso ánimo de quienes, de manera incondicional y entusiasta, han venido apoyando a unos colores y a un escudo.

Si se tratara de un ejercicio de reflexión, tal vez coincidiríamos en la necesidad de ver la botella medio llena y no medio vacía para afrontar con ciertas garantías el final de una competición que se antoja extremadamente complicada; apelando, por qué no decirlo, al espíritu alegre y combativo de un conjunto que, no ha tanto tiempo, esgrimía esas y otras cualidades para deleite de la afición.

Por último, si esto fuera un comentario estrictamente referido al día después de una derrota, seguramente podríamos decir que estaríamos hablando de otra cosa si el equipo de casa no hubiera perdonado al visitante en un par de acciones clarísimas de Viyuela y Jordi Pablo; aunque al final y por culpa de un córner mal defendido -y van unos cuantos- y de una contra mortífera el resultado haya sido negativo para nuestros intereses.

Por cierto, si esto fuera una crónica deportiva diríamos que La Roda y Granada B han jugado una mala primera parte; mucho más entonados en la segunda, especialmente el equipo local, donde dispuso de las mejores y más claras ocasiones que no supo concretar y que finalmente perdió 0-2 merced a los goles de Sulcess y Nico en los minutos finales del partido.