El pasado sábado 29 de marzo se celebraba en La Roda la primera etapa del III encuentro juvenil por un ocio saludable. El encuentro, financiado por el Plan Nacional de Drogas, y organizado por la Federación española de enfermos alcohólicos y familiares A.N.D.A.R., ha contado con la presencia de Asociaciones de toda España, incluida la anfitriona A.R.C.O. La Roda. La segunda etapa del mismo se realizará en el mes de junio.
Los temas que se han tratado van desde la acogida y primera entrevista al enfermo, la aplicación y mantenimiento de terapias en función del perfil y las necesidades de los afectados, la convivencia entre asociaciones de cada región o el uso de las redes sociales como medio para fortalecer a enfermos y familiares y, en último término, para darse a conocer a la sociedad y poder incidir en la prevención de adicciones.
Varios han sido los aspectos a destacar de este tercer encuentro. Aparte de la actividad que por antonomasia estas asociaciones realizan en la acogida y rehabilitación de personas con adicciones, se ha insistido en la necesidad de romper los tabúes que, con respecto a la drogodependencia y a la función de estas asociaciones, existen en la actualidad.
Vivimos en una sociedad donde concretamente la ingesta de alcohol es ampliamente aplaudida. Ésta es una realidad más evidente sobre todo entre la población adolescente. Un alto porcentaje de jóvenes reconoce haber “pillao la primera borrachera” a la temprana edad de los 13 años, cuando todos sabemos que hasta los 18 el consumo de alcohol es ilegal. Hoy en día, el no consumidor, el que no acude al botellón, es el elemento extraño.
Sin entrar a debatir los intereses económicos creados por la industria de las bebidas alcohólicas, contra los que es imposible luchar, en el encuentro se ha destacado la importancia de desarrollar políticas de información y prevención para luchar contra la droga legal más consumida y más dañina para la sociedad: la bebida alcohólica.
Observan también que junto al consumo de alcohol, los últimos años han visto el crecimiento desmesurado de otro tipo de sustancias que acompañan a dicho consumo, como el cannabis o la cocaína. El consumo hoy en día de estas sustancias viene siendo inseparable, es decir, el que consume alcohol, suele acompañarlo con el consumo de otro tipo de droga, y lo que es más triste, a edades muy tempranas. De hecho, estas asociaciones, como A.R.C.O. La Roda, ven como progresivamente crece entre sus miembros el número de personas que responden a estos nuevos patrones de consumo.
Con respecto a esta problemática la sociedad permanece callada, cómplice consciente de una realidad que nos afecta a todos, no a los sectores más desfavorecidos o más problemáticos. Es un secreto a voces que afecta a todas las clases sociales por igual, aunque la sociedad suele estigmatizar a personas de baja condición social. Y es en medio de esta sociedad profundamente alcohófila donde este tipo de asociaciones son vistas en ocasiones con recelo. Por ejemplo, las personas que optan por liberarse de sus adicciones y dar un nuevo rumbo a su vida, en la gran mayoría de las ocasiones sienten vergüenza a la hora de acudir a pedir ayuda. Es por esto que una de las prioridades que anuncian es la ruptura de estos tabúes a través de una eficaz actuación en materia de información y prevención, incidiendo en que el consumo de drogas (tanto legales como ilegales) es una amenaza que recae sobre toda la sociedad, especialmente a partir de la población más joven. En esta labor de atención, información, alternativas y concienciación, la actividad que estas asociaciones vienen realizando es fundamental, ahora y de cara al futuro, junto al apoyo de otros colectivos socio-sanitarios o servicios sociales de diversa índole.