En un principio, la retirada de los contenedores de basura y reciclaje iba a formar parte de la remodelación (en realidad derribo) de la fuente de la plaza Mayor; días después, durante la presentación a la prensa de la fuente remodelada, Vicente Aroca anunciaba que los contenedores no se iban a mover de sitio porque así se lo habían pedido los comerciantes de la zona; y apenas dos semanas más tarde, los contenedores para el reciclaje de papel que circundaban la fuente han sido finalmente reubicados tras un nuevo encuentro con los comerciantes, mientras que los contenedores de basura se quedan en su ubicación habitual: esta ha sido la tortuosa e improvisada hoja de ruta seguida por el consistorio local para la tan deseada desaparición de los contenedores de una de las principales estampas del municipio.
La nueva decisión de mover los contenedores de papel llega apenas una semana después de que un artículo de opinión publicado en este medio ironizara sobre la supuesta dificultad de encontrar un nuevo acomodo a estos elementos del mobiliario urbano.
Según la información facilitada por el Ayuntamiento, “los contenedores de reciclaje de papel y cartón se han situado en la fachada trasera de la Posada del Sol, en calle Nueva; a este se suma el ya existente en calle Quevedo, en la Residencia Virgen de los Remedios, lugar donde se añadirá otro para el vidrio, tal y como sugirieron los comerciantes, más un tercero que se deja en la Plaza Mayor, junto a una fachada de un viejo inmueble, libre de viviendas y establecimientos”.
La intención del alcalde es poder soterrar algún día los contenedores de basura que han quedado en el perímetro de la fuente de la plaza Mayor.