Buenos días. Pues qué quieren que les diga. Estoy muy contento. La alegría que siento es proporcional al sufrimiento padecido en una primera vuelta que nos dejó maltrecha el alma futbolera y que presagiaba trágicos desenlaces. Menos mal.
Vaya por delante y está escrito, por si me viene alguno con aquello de los ventajismos, que, a pesar de todo, siempre defendimos, con matices algunas veces, la propuesta de este equipo. Ocurría entonces que los logros y los méritos no se correspondían. Ni de lejos. El Albacete Balompié jugaba de cine y perdía de libro; los errores defensivos, algunos muy groseros, penalizaban su propuesta de tal manera que terminamos con los huesos maltrechos en el duro suelo del que no puede caer más abajo.
Dieciocho puntos en una vuelta, después de una penosa racha de siete derrotas consecutivas, hubieran saltado las alarmas en cualquier sitio. Menos aquí, afortunadamente. Lo dijo ayer Luis César, en otro club no hubieran tenido la paciencia suficiente.
La templanza y el buen criterio de quienes seguían creyendo en el adalid de su proyecto, léase José Miguel Garrido y su Consejo con respecto al entrenador, resultó fundamental porque, la segunda vuelta ha sido, está siendo, de equipo de liguilla de ascenso. Cuando se contuvo la hemorragia, el enfermo empezó a mejorar, básicamente porque gozaba de buena salud.
En la tarde de ayer, más bien noche, mientras muchos contaban votos y suponían alianzas, nosotros tiramos al pijo la calculadora y rompimos todas las combinaciones escritas por posibles. Fuera líos. El Alba va a estar el año que viene en la Liga de Fútbol Profesional y va a participar, menos mal, del nuevo reparto de los derechos televisivos, una vez que, como saben, la Audiencia paralizara el proceso de liquidación de la entidad. En una semana hemos solventado casi definitivamente el futuro de un club patrimonio de todos los albacetenses.
Lo de menos, aunque también importa, es el resultado de ayer, habrán adivinado. De todos modos y para mayor regocijo, los chavales levantaron un cero a dos frente al Mallorca y demostraron que son un buen equipo. Sin ninguna duda. Los goles de Samu, Keko, Chumbi y Moutinho llenaron de alegría el estadio. A partir de hoy, lo merecíamos, y hasta que empiece el baile de nuevo, vamos vivir en la placidez que tanto necesitamos.
Supongo que, desde dentro, ya se está trabajando en el proyecto de la temporada que viene. Pienso que la experiencia vivida en esta, va a servir para no cometer los mismos errores. Me da que nos quedan muchas cosas bonitas por vivir. Creo que lo merecemos. Enhorabuena a todos.
Supongo también, aunque me importa mucho menos, que quienes nos leen cada lunes, entienden que se puede querer a dos equipos a la vez. Y no estar loco.
