Mi nuevo trabajo

  • Y menudo trabajo, sin muchas responsabilidades, con un sueldo respetable y unos privilegios que pocos pueden llegar a soñar
Foto: S. Robles
Etiquetas:
19 enero 2016

Menuda mañana más buena ha salido hoy, un buen augurio para mi primer día en mi nuevo trabajo. No ha sido fácil conseguirlo, he tenido que luchar mucho para llegar a él. Con inteligencia he movido los hilos para desbancar a mis competidores más cercanos. Reconozco que en ocasiones mis artes no han sido muy limpias, y no estoy orgulloso de ello, pero era necesario para llegar donde he llegado. Algunas traiciones que he llevado a cabo han sido duras, pero necesarias. Luego, las últimas tres semanas de batalla contra el resto de contendientes han resultados más sencillas, he tenido que decir cosas que realmente no pensaba, pero creo que lo hecho con gran convicción y al final he logrado mi objetivo.

Menudo trabajo, sin muchas responsabilidades, con un sueldo respetable y unos privilegios que pocos pueden llegar a soñar. No es un puesto de funcionario pero se le parece, incluso en muchos aspectos es superior. Lo único malo es que mi contrato no es indefinido. Dicen que es complicado mantenerse en el puesto, pero hay personas en este trabajo que llevan ya décadas sin ningún problema, sin hacer mucho ruido, incluso hasta la jubilación, y qué jubilación. Incluso si no continúas en él tienes muchas posibilidades de lograr un puesto mejor, con una remuneración mucho más alta. Para eso, me indican, tienes que olvidarte muchas veces de tus principios, arrimarte a quien más te conviene, hacer los contactos oportunos y, sobre todo, no enfadar a esos que luego te pueden contratar.

Bueno, aquí estoy ya en la puerta. He venido en coche, pero veo que otros compañeros se han decantado por la bicicleta. Yo soy demasiado clásico, además no veo nada correcto el usar un medio de transporte con el que vas a llegar al trabajo sudado, menudo olor van a dejar en la oficina, y más aún cuando la empresa pone a mi disposición un vehículo y un chófer, es de tontos despreciarlos. La imagen es muy importante, y el aparentar una seriedad de cara a la galería es fundamental. En este trabajo hay que dejarle claro al resto de la gente quién es el que manda. Y lo mismo sucede con el vestir. Creo que a estos oficios hay que ir bien vestido, con traje y corbata. Algunos colegas llevan vaqueros, bueno, nada hay escrito en relación con el atuendo, pero yo creo que aquí hay que ser un poco serio y el aspecto es muy importante.

Vaya, una compañera se ha traído también a su hijo, me imagino que querrá presentárselo a sus nuevos compañeros. No es muy serio, aunque si lo llego a saber me traigo a mi sobrino pequeño, le hacía ilusión venir con su tío el primer día de trabajo. Es una pena no haberlo sabido antes.

Me han dicho que como es el primer día me puedo sentar donde yo quiera, que más tarde ya me indicarán cuál será mi puesto definitivo. En cuanto al trabajo, lo único que tengo que hacer es seguir las instrucciones de mi jefe, me gusten o no me gusten, que si así lo hago no tendré ningún problema durante estos cuatro años y seguro que confían en mí para otros cuatro años más. Lo dicho, cero responsabilidades, que piensen los jefes.

Pues aquí estoy, en el Congreso de los Diputados, y con cuatro años por delante. Aunque algunos dicen que igual no se llega a un acuerdo con el nombramiento del nuevo presidente y en unos meses nos vamos todos al paro. No creo que lo permitan, sería de tontos. Seguro que en poco tiempo tenemos nuevo jefe, no nos conviene lo contrario. Seguro.