Desde aquí quiero romper una lanza en favor de mi paisana y exalcaldesa de mi ciudad natal Doña María Rita Barberá Noya, más conocida en el mundo de la farándula política valenciana como La Jefa. Es injusto, indigno, indebido, inmoral, injustificado, inconsistente, infundado, inaceptable, inoportuno e incierto lo que se está haciendo con esta ilustre señora que tanto bien ha hecho por mi Valencia, aunque los sobrecostes hayan sido descomunales. Quien no haya hecho una obra en su casa y se le haya ido una miaja de la mano el presupuesto con los poyaques que tire la primera piedra.
En primer lugar, estamos hablando de una dama a la que todavía no se le ha imputado ningún delito, o mejor dicho, no se le está investigando por ninguna infracción legal, que lo de imputado está ya proscrito, aunque venga a ser exactamente lo mismo. Ella era únicamente la alcaldesa de una gran ciudad, no una adivina. Ella, que no tiene una bolita de cristal para predecir el futuro, en ningún momento podía pensar que todos los que estaban a su alrededor, todos, repito, todos, pudieran, presuntamente, estar metiendo la mano en la caja común. Es de ruines llegar siquiera a sugerir algo tan inmundo de una mujer que lo ha dado todo por su tierra.
La responsabilidad de un político no puede ni debe extenderse a las acciones de todos los cargos públicos que ha nombrado a dedo, no puede. Un alcalde o, en este caso, una alcaldesa no puede estar vigilando a todos y cada uno de sus subordinados, lo más lógico y normal es que actúen a su libre albedrío sin el control de su jefa, que cada uno haga y deshaga a su antojo. La confianza y la descoordinación ha de ser el eje principal que rija la relación entre un gestor de lo público y su equipo.
Además, nuestra ex primera edil no podía ni debía estar ni a estas cosas ni a la rutina del día a día, chismes menores para quien ostenta tan alto cargo. Bastante tenía con los ágapes de las inauguraciones, las comidas de representación, las cenas de protocolo, los agasajos institucionales, el sofocante caloret valenciano.
No me puedo creer que gran parte de los concejales de Rita Barberá pudieran estar involucrados en un tema de corrupción, es imposible y falto de toda lógica. Si esto hubiera sido así, Rita lo hubiera atajado ipso facto, no hubiera dejado pasar ni la más mínima. Rita nunca, repito, nunca hubiera permitido tal latrocinio. Quiero recordaros que ella es una de las presuntas responsables del fiasco de la Fórmula Uno, del naufragio de la Copa América o de los sobrecostes de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. Toda una campeona.
Creo haber demostrado que la responsabilidad de Rita Barberá es prácticamente inexistente, evidentemente nula. Del mismo modo, todos aquellos que están siendo investigados en estos momentos en la instrucción de la causa son completamente inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Los estáis ya condenando sin juicio previo, estáis prejuzgando sin tener pruebas suficientes. Sois unos irresponsables, irreverentes, irrespetuosos, irreales e irregulares.
Por todo ello, una vez que haya sentencia y esta sea firme podremos hablar ya de chorizos, nunca antes. Por el momento únicamente podemos decir que son unos presuntos MAMONES, CARADURAS, HIJOSDELAGRAN, MANGANTES, IMPRESENTABLES…
Estoy preparando, para otro día, la defensa de Francisco Camps y de Alfonso Rus. Me veo en la necesidad de salir en amparo de todos mis paisanos, me jode tanta injusticia. Tengo trabajo para meses, o años.
