Pues no se han cumplido las previsiones que auguraban nieve este fin de semana, solo un poquito de aguanieve que no ha cuajado en cantidad suficiente como para cubrir de un bonito manto blanco nuestra población, y ha sido una pena, porque los rodenses podríamos haber practicado un nuevo deporte todavía inédito por estos lugares, pero que con el empeño que le ponemos los rodenses a todo lo que suena a ejercicio, enseguida nos hubiéramos puesto manos a la obra, demostrando así nuestras innatas habilidades. Me refiero al ignoto por estos lares pero estético deporte de los saltos de esquí.
Nuestro ayuntamiento apuesta firmemente por el deporte local, dotándonos cada vez con más instalaciones de primer orden. Primero fue una bolera en la calle Cervantes y ahora ha tenido a bien nuestro consistorio el construirnos un trampolín de saltos de esquí en pleno centro de la población, concretamente en la bajada de la iglesia de El Salvador hasta la plaza Mayor. Los escalones que con anterioridad adornaban la zona han sido ahora sustituidos por una hermosa rampa que hubiera hecho las delicias este fin de semana de los rodenses ávidos siempre de nuevas experiencias, pero la nieve no nos ha acompañado. Una pena.
Algunos podrían pensar que es inútil una instalación de este tipo en el pueblo; pero igual no han caído en la cuenta de que La Roda con esta infraestructura podría pasar a formar parte de la afamada competición de saltos de esquí “Cuatro Trampolines” o a que se retransmitieran desde aquí los tradicionales saltos de esquí de Año Nuevo, con los que tantos años nos hemos despertado después de la resaca de Nochevieja, con la publicidad que conllevaría tal evento para nuestro modesto pueblo.
Pero, como he dicho, nunca llueve a gusto de todos, y ya van por ahí comentando algunos inconformistas, de esos a los que todo les parece mal, que si el dispendio no era absolutamente necesario, que no era menester tal remodelación, que les seducía más la anterior escalinata, que en La Roda no necesitamos un trampolín para saltos de esquí, que existen en el pueblo otros lugares con una mayor necesidad de acometer una reforma. Son solo individuos a los que lo único que les entretiene es malmeter, y que tienen por hobby criticar todo lo que nuestro Ayuntamiento acomete para el bien de sus conciudadanos. Y es que esta tropa es muy estrecha de miras, no piensan en el futuro, en el beneficio de tener en el pueblo un trampolín de saltos de esquí.
Esperemos que en próximas fechas la nieve haga acto de presencia y podamos disfrutar de las nuevas instalaciones, no sea que se convierta en una más de esas múltiples construcciones que jalonan la geografía española y que no sirven para nada: los aeropuertos de Castellón y Ciudad Real, la Ciudad de la Luz de Alicante, la torre Miramar de Valencia, la pantalla cara de la explanada de entrada al parque Adolfo Suarez de La Roda…
Pero yo le veo un uso distinto a la instalación, y también práctico, aunque sea para solo unos pocos días del año, pues al desaparecer las escalinatas, los pasos de Semana Santa bajarán con mayor comodidad y lucimiento, sin ya las antiestéticas cuñas de madera que se colocaban para salvar los incómodos escalones. Espero que lleven buenos frenos.
