The Walking Dead

  • Lo que parecía ser un sitio provisional en el que dejar los materiales a reciclar de lo que fue el Mesón Villaleal y el Casa Antonio, ha acabado transformándose en un vertedero permanente
Etiquetas:
29 marzo 2016

Durante mis primeros años en La Roda mi lugar preferido para tomar la caña o disfrutar de una ligera cena era el simpar bar Iniesta. Por desgracia el lugar feneció ya hace algunos años, por jubilación de Paco, el propietario, y los posteriores intentos de renacer el bar fracasaron, floreciendo más tarde en el local unas frías oficinas donde también te sacan la pasta, pero sin el arte y la gracia con la que lo lograba Paco en su genuino bar.

Cuando la cuestión era sentarse y disfrutar de una larga comida y posterior charla con carajillo, piedra y cigarrillo teníamos el Mesón Villaleal, el que, por desgracia, ya hace años que vivió también su sentido fin. Actualmente podemos contemplar el lugar transformado en una exposición de materiales reciclados de construcción. Una pena.

He perdido la cuenta de los meses que lleva tan agradable rincón con semejante aspecto. Los que no disfrutaron de ese espacio ni se imaginan que lo que ahora asemeja un vertedero de escombros, antaño era una coqueta y práctica terraza en la que disfrutar de las cálidas noches de verano, en competición feroz con su vecino hostelero de Casa Antonio, de características gastronómicas distintas y que sobrevivió unos años más a su adversario, hasta que hace ya algunos echó también el cierre, dejándonos a todos definitivamente huérfanos de poder disfrutar de tan incomparable lugar.

Clic para ampliar
Clic para ampliar
Meses atrás comenzaron unas esperanzadoras obras de reconstrucción, y lo que en un principio era algo alentador, pues por fin se iba a restaurar uno de los sitios más emblemáticos del pueblo, se ha enquistado, y lo que provisionalmente parecía ser un sitio donde dejar los materiales para posteriormente ser reciclados y vueltos a colocar en su lugar primigenio, con el paso de los meses se ha transformado en un vertedero permanente, y la visión del lugar, de paso necesario para todos los que se acercan a visitarnos, se asemeja más a un paisaje de The Walking Dead que a un lugar propio del casco histórico de La Roda, tan protegido algunas veces y tan olvidado las más.

Viene siendo costumbre que las cosas provisionales con la dejadez pasen a ser definitivas, y ejemplos tenemos a nuestro alrededor: los conos de la calle Alfredo Atienza, que conviven plácidamente con nosotros desde hace más de año y medio, son parte ya del paisaje local; la valla colocada en la calle Cervantes, al poco tiempo de ser remodelada la vía, que proporciona una falsa apariencia de seguridad a todo aquel que circula por la acera, pues un desprendimiento de la fachada de la que parece que nos protege no impediría que aplastara al que por allí transita; y, últimamente, el escombrero en que se han convertido las antiguas terrazas veraniegas del Mesón Villaleal y Casa Antonio. En fin.

Pero no hay mal que por bien no venga, y se dice, se comenta, se rumorea, que los productores de The Walking Dead están buscando localizaciones para rodar la siguiente temporada de la serie; y según dicen, comentan y rumorean, La Roda tiene algunos parajes pintiparados y que sin necesidad de retoque alguno servirían de escenario perfecto para la serie.

Parece ser que ya podemos ir a apuntarnos para actuar como extras, eso sí, exigen un aspecto famélico. Como seguidor de la serie he empezado a hacer régimen, no me lo puedo perder. Esta Semana Santa he engordado algunos kilitos, pues me he hinchado a torrijas, rellenos, pestiños, borrachos, bacalao al pil pil, bacalao con tomate, bacalao frito, bacalao… Es increíble lo que engorda esto de llevar la abstinencia a rajatabla.

Los de Mad Max buscan también escenarios para su siguiente película. Si nos dejan unos añitos…