Cuando a mediodía del viernes los móviles de La Roda comenzaron a echar humo, muchos no lo podían o no lo querían creer. Había fallecido con solo 32 años de edad Ricardo Belmonte, el hombre que en 2011 devolvió a Izquierda Unida a las instituciones. Pero Richi era conocido -y querido- en La Roda por mucho más que eso: alma del carnaval, profesor entrañable y sobre todo amigo de sus amigos, que eran muchos, muchísimos. Tantos que durante todo el fin de semana el tanatorio fue un constante trasiego de gente aún en estado de shock, tantos que la Iglesia se quedó pequeña -minúscula- para darle el último adiós.
Ricardo Belmonte ha fallecido tras una enfermedad de cuya gravedad solo era consciente su círculo más cercano. Se marcha dejando una insólita unidad política en torno a su figura: con sus compañeros de IU destrozados y con un enorme dolor también en el PSOE y en el gobierno municipal del PP. Se marcha dejando un vacío irreemplazable en su peña La Zamaka, su otra familia. Se marcha con su camiseta del Atleti grabada a fuego en el corazón.
«Muchas gracias de parte de mis padres, de mi chache Richi y mía por todo el apoyo que hemos recibido», escribía el sábado su hermana Azucena en Facebook. «Gracias por hacernos ver, aunque yo ya lo sabía, que él era tan grande y por donde ha pisado ha dejado una gran huella».
Ricardo, sin duda, era una BUENA PERSONA. Con mayúsculas. Descanse en paz.
